Cómo formular buenos objetivos en un trabajo

JJ Merelo
4 min readSep 8, 2019

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Es complicado iniciar un camino si no sabes a dónde vas a llegar.

La cumbre, un poco difusa

Todos los años tutorizo unos cuantos trabajos fin de grado y máster, y evalúo unos cuantos en un tribunal. En general, casi todos plantean los objetivos de la forma siguiente.

  1. Voy a hacer A.
  2. Luego haré B.
  3. Y luego C.

Efectivamente, se hace A, B y C de mejor o peor forma. ¡Objetivos conseguidos! ¡Albricias y pan de Madagascar!

Si tu objetivo es lo que vas a hacer (y lo formulas cuando efectivamente lo has hecho), eso no es un objetivo. Es un plan de trabajo. Y es imposible que no los alcances, sobre todo si se escriben los objetivos una vez que ya se ha llevado a cabo el proyecto.

Pero así no funcionan los proyectos en ingeniería.

Los objetivos deben ser específicos, medibles y alcanzables.

Pero antes, hay que tener claro que lo que uno pretende en un proyecto es resolver un problema, y lo quiere hacer por una razón determinada. La motivación es siempre importante, y nunca puede ser “es lo que me ha dicho el tutor” (o el product manager, o lo que corresponda en cada caso fuera del mundo académico). La utilidad de un proyecto debe ir más allá de su presentación en un tribunal, sobre todo si se libera como software y contenido libre (que es lo que se debe hacer).

Una vez que el problema que se quiere resolver está claro, y también el hecho de que un proyecto debe resolver un problema, vamos a ver qué significan estas tres características de los objetivos.

Un objetivo específico indica qué es exactamente lo que quieres alcanzar, incluyendo qué tipo de medios están a tu disposición para resolver el problema.

“Voy a construir un sistema” no es específico. No se sabe si es un programa, una biblioteca, un aparato o una metodología. Eventualmente, si pones tres pasos en un papel y lo plastificas has construido un sistema. Eso puede que te haya acercado mucho, poco o nada, a lo que quieres hacer. Muchas veces, los planteamientos en los TF(G|M)s son maximalistas: Voy a proteger un sistema operativo, voy a gestionar una funeraria. Ser específico en el problema también te permite ser específico en los medios que vas a proponer para resolver este problema.

  • Voy a diseñar y programar una biblioteca que se pueda usar de forma nativa en dispositivos móviles para reconocer siluetas humanas en imágenes captadas por una cámara.

Este objetivo es específico: dice cómo vas a resolver el problema. No se trata de diseñar una cámara, ni de buscar un app e instalártela, ni de juntar una biblioteca ya existente y entrenarla con imágenes: quieres diseñar tú la biblioteca, posiblemente porque te hayas dado cuenta de que las que hay no son adecuadas. Esto forma parte del proceso de un TFG: hay que comparar las alternativas existentes y tratar de avanzar en lo posible el estado del arte.

Lo que es un objetivo medible. Los objetivos deben ser medibles. El objetivo anterior, en sí, no es medible (aunque sí es alcanzable: se puede evaluar en función de que se haya programado y publicado tal biblioteca o no); hay que añadir un objetivo que sea medible.

  • La biblioteca publicada superará en un 5% las tasas de detección de siluetas humanas de las bibliotecas que constituyen el estado del arte.

Con objetivos medibles se persigue que el estudiante haya sido capaz de formular correctamente los requisitos de un proyecto de ingeniería, pero también que sea capaz de evaluar que efectivamente la solución propuesta resuelve el problema (mejor que otras, si es un problema ya resuelto). Una solución en la web, por ejemplo, debe de afirmar cuantas peticiones por segundo es capaz de procesar, en función de la carga de trabajo esperable. Una chatbot, cuantos comandos es capaz de responder. Un dispositivo físico, cuanto tiempo es capaz de funcionar con la batería a plena carga. Son proyectos de ingeniería, la ingeniería del proyecto debe tener unos objetivos determinados.

Por último, los objetivos deben ser alcanzables.

  • Se publicarán al menos dos versiones de la biblioteca en los repositorios del lenguaje

Diseñar una biblioteca en digamos Java está bien, pero si no está disponible en un repositorio para que se pueda instalar desde Maven no va a servir de mucho. Difícilmente se puede decir que ha alcanzado su objetivo. Si se trata de un dispositivo hardware/software, y no lo has probado en el campo, tampoco se ha alcanzado: las cosas en la mesa de tu lugar de estudio funcionan siempre, pero hay todo un mundo ahí fuera. Lo más importante de la alcanzabilidad de los objetivos, sin embargo, es el hecho de efectivamente probar que se han alcanzado, y que por tanto hay una posibilidad de que el problema de ingeniería planteado, efectivamente, esté resuelto para todo el mundo. Por supuesto, si es libre.

Una vez formulados los objetivos, lo que quieres hacer para alcanzarlo serían subobjetivos o tareas dentro de los mismos. Los objetivos originales no tienes por qué tirarlos: plantean una serie de cosas que quieres hacer. Pero si quieres, de verdad, llevar a cabo un proyecto en ingeniería, recuerda la EMA: Específicos, medibles y alcanzables.

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Written by JJ Merelo

I’m just realizing I might smile too much, and that shows in the pictures. Day job: U. of Granada prof. On the side: blogger @jjmerelo and writer @lujoyglamour