Anuncios en mosaico en Venecia, y otras curiosidades venecianas

JJ Merelo
8 min readAug 18, 2021
All’Academia, indicaciones en las calles de Venecia

Venecia lleva recibiendo turistas desde hace un buen puñado de años. Era una parte esencial del Grand Tour, que comenzó en el siglo XVII. Por eso, indicaciones como las de arriba, llamadas nizioleti, existen por toda la ciudad. Puedes imaginarte al diletante noble, dieciochesco, recién descendido del barco y queriendo ir a los sitios más importantes. Indicaciones para Rialto, San Marcos, la Academia, la estación de tren, y, por supuesto, los baños, están por toda la ciudad, aunque cabe imaginar que estas son algo posteriores (y están en plástico, en vez de pintadas directamente sobre la pared como estas).

De todo esto puedes leer en el libro “Venecia con calma”, que acabo de publicar

Para ver estas cosas, en este artículo aconsejan volver la nariz hacia arriba. Sin embargo, yo soy más de novela negra, y la escena del crimen se tiene que examinar en tres dimensiones; cuando se turistea, hay que mirar como Terminator en los ejes x, y, z, para no perderse absolutamente nada.

Y fotografiarlo, pero esa es otra historia.

Y mirando hacia abajo me encontré precisamente esto, muy cerca de la plaza de San Marcos.

Mosaico anunciando American Express, cerca de San Marcos

Un primoroso mosaico que trata de reflejar tanto el tipo de letra como el color azul de American Express, a base de pequeños mosaicos, con tres flechas que no deja a dudas la dirección, alejándose de la Piazza San Marcos en dirección a San Moise, La Fenice o, precisamente, la anterior Accademia.

Así que alguien había tomado las indicaciones civiles y las había convertido en indicaciones comerciales. Y además, siguiendo un estilo que no sólo es bonito, sino además permanente. Un simple anuncio, posiblemente efímero, dura mucho más que lo que anuncia, las oficinas de American Express, que en aquella época era una agencia de viajes, y ahora una compañía de tarjetas de crédito y seguros.

Justo enfrente, en este caso indicando precisamente la dirección de la Piazza San Marco, este otro:

Agentes de Alitalia, Sailet, n71c en la Piazza San Marcos

Aparte de contener la maravilla de la representación del avión, posiblemente un DC8. A uno de ellos le falta un motor… Pero todo en el mosaico tiene su gracia. Aparte del “sol naciente”, que pareciera que anunciaba una compañía japonesa como la JAL en vez de Alitalia y luego se arrepintió, los mosaicos de diferentes colores azules, el tipo de letra usaod en la palabra ALITALIA, con dos líneas grises en la mitad, como el logo desde los años 40 a los 60, más o menos, merece estar en la historia de las marcas.

Pero además, nos da una fecha para estos mosaicos; el DC8 se adoptó en Alitalia en 1960. El logo, según el recurso enlazado arriba, desapareció a principios de los 60, en 1963 o por ahí. O sea que esto tuvieron que colocarlo entre 1960 y 1963. La agencia SAIET al parecer todavía existe, pero según esta historia sobre estos mismos signos, el 71G lo ocupa ahora una galería de arte.

Los números de ese pequeño calibre sólo se pueden encontrar en la piazza San Marco, porque comienzan en el Palacio del Dogo, y siguen por todo el “sestriere” San Marco, en relación a su distancia con la piazza. Acaban muy cerca de Rialto, con números por encima del 6000, si no recuerdo mal.

Las agencias de viajes eran importantes, en esa época. Desde cada sitio se tenía que organizar la visita al siguiente, transporte, alojamiento… Recuerdo todavía en 1995, en Estados Unidos, decidimos viajar por Arizona y Colorado siguiendo sólo una cadena de moteles, Best Western, de forma que en cada uno podíamos reservar el siguiente. Por eso no es de extrañar este otro signo, no muy lejos de estos:

Viaggi Sattis y Albergo diurno, este último borrado con poca fortuna.

El primero, de “Viaggi Sattis”, sigue el mismo estilo que el de Alitalia, aunque no es tan preciso. Hay que ir en esa dirección, ya lo encontrarás. También notada por este artículo que habla de la publicidad a tus pies, lo único que perdura de esta agencia de viajes es, curiosamente, la referencia a fotos de este mosaico. Lo publicitado desaparece, la publicidad lo sustituye. Finalmente, desaparecerán también estos mosaicos y sólo quedarán las fotos, y finalmente, nada. Pero sigue siendo una delicia el tipo de letra sans serif, honesto, representado otra vez con mosaicos de diferentes colores. ¿Quién lo haría? Por qué lo haría así parece tener una buena razón: lo que es bueno para toda una catedral bizantina, San Marcos, también es bueno para un mosaico en el suelo. Posiblemente las ordenanzas en aquella época tampoco permitieran ningún otro tipo de publicidad. O quizás aprovechó la indicación al Albergo Diurno que estaba justo al lado, y que ahora parece semi-borrada. También por la historia. Da la casualidad de que hay un “Albergo Diurno Venezia” en Milán, y que es una maravilla, así que este albergo diurno en Venecia es difícil de encontrar, salvo en oscuras guías de tiempos inmemoriales. Los “hoteles de día” surgieron por toda Italia, cerca de las estaciones del tren, para servir a los viajeros durante el día y que pudieran echar una cabezadita, ducharse o cortarse el pelo. Un tal Cobianchi creó toda una franquicia (por ejemplo, aquí queda el cartel del de Bolonia, en la misma Piazza Maggiore). Pero con la llegada de los vuelos baratos y de AirBnB supongo que desapareció. Una vez más, el cartel no del todo: aún se ve claramente, y puedes seguir sus instrucciones para llegar a algún lugar detrás de Correos donde hoy habrá no se sabe muy bien qué.

Salviate. Para qué más.

Salviati no necesita más presentación. Es un fabricante de cristal de Murano, y habría estado genial que pusieran tales cristales en este mosaico. Quizás son demasiado valiosos para ello. Aún hoy hay múltiples lugares donde puedes comprar cristal hecho por esta empresa en Venecia. En la misma Murano, un pavimento de letras lleva a una de las fábricas de cristales, fácilmente identificable desde la parada Colonna del vaporetto.

A veces lo señalado dura tanto como la señal. Me sorprendió, por ejemplo, esta señal con unas deliciosas letras art decó, que señalaban al hotel “Bisanzio”.

Un curioso logo, con una especie de pirámide y vaya usted a saber qué más, señalaba la dirección. La palabra hôtel llevaba su circumflejo, porque todo el mundo sabe que el viajero refinado habla francés.

Dirección al “hôtel” Bisanzio

Y oye, allí estaba. El Hotel Bisanzio, además, tenía mosaicos en su propio cartel. Mosaicos que no cubrían totalmente el anuncio, que es en realidad mosaicos insertados sobre una piedra, igual piedra de Istria, como la que hay bajo toda la ciudad de Venecia.

Igual que este hotel Regina, mostrado por partida doble. Ya no es el Regina, sino el St. Regis, y posiblemente no necesita ni siquiera anuncios. Los que van al St. Regis saben bien donde están. Pero esta placa rodeada por un marco atornillado al suelo, allí sigue.

Algunas veces, los logos no son simplemente una flecha un poco más historiada, sino que tienen realmente que ver con el nombre del negocio del que se trata.

Por ejemplo, estos logos que aparecen en el mosaico que anuncia un restaurante, “Caverna de los dogos”.

El hecho de que sea “restaurant” y no “trattoria” u “osteria” ya le da un cierto caché. El que lleven como logo la “corona” de los “dogi”, más todavía. Otros anuncios son más honestos: Pasticceria E. Rosa Salva, Albergo Ristorante S. Marco. Nada internacional. Buena, vieja, honesta pastelería o comida italiana.

El logo de los dogos, un gorrito

Ese gorrito representa siempre a los dogos. En los cuadros del palacio aparecen así, y en la basílica de San Marcos, una lápida con un gorro de ese tipo también indica que se ha enterrado a un dogo. El sitio sigue ahí, con no demasiada buena valoración, pero en el sitio.

La publicidad, y por partida doble, no fue suficiente, sin embargo, para la Trattoria Antica Carbonera.

Antica Carbonera, a un lado de la calle.

Del lado de la riva, este cartel señalaba a un callejón un tanto inmundo, donde no había más que una persona fumando, camarero de algún lugar que se abría a otro lado. Y del otro lado…

Trattoría Antica Carbonera

Un cartel en deliciosa cursiva, con un fondo que se gira alrededor de las letras, y que es posiblemente el más artístico de los que hemos visto hasta ahora. El anuncio como objeto de peregrinación, sustituyendo a una trattoria, posiblemente anodina, y que no ha sobrevivido.

Los anuncios nos recuerdan también lugares que no han sobrevivido ni en concepto.

Night Club Antico Pignolo

No sé si hay discotecas, que serían los sucesores más inmediatos, en Venecia. Este night club no creo que exista (Piccolo Mondo se publicita como el único night club en Venecia, al menos hace cierto tiempo), pero no me digan que no es delicioso el color azul una hora tras el atardecer del mosaico, que indica que hay suficiente oscuridad para obrar en la intimidad, no la suficiente para que todo esté perdido y se confunda. Hoy en día es, aparentemente, un restaurante, o hay un restaurante del mismo nombre. Google arroja, una vez más, más imágenes de este mosaico que del propio club, que en su tiempo vendría a aportar su pequeño granito de arena (o de otro tipo) a la consideración de “ciudad del pecado” que siempre ha tenido Venecia.

Explorando los enlaces de este artículo puedes ver muchos más signos de este tipo. Una visión diferente de Venecia, tan esencial a la misma como los gorros de los gondoleros o las inundaciones periódicas. Siempre es bueno mirar a las cosas de otra forma, y adentrarse un poco en la historia de la ciudad, aunque en este caso sea tan contemporánea que apenas si ha llegado a los libros.

--

--

JJ Merelo

I’m just realizing I might smile too much, and that shows in the pictures. Day job: U. of Granada prof. On the side: blogger @jjmerelo and writer @lujoyglamour